Arruitz

Korrikolaris en Arruitz

Debieron ser los aires de Arruitz, o su fuente de agua salada, o las gallinas… lo que hizo que en este pueblo se dieran tan famosos corredores en el siglo XX.

Uno de ellos, Francisco Etxarri fue en los primeros años de ese siglo “andarín” afamado que retó en apuestas valientes, concediendo ventajas a todos sus contrincantes, incluso a los campeones franceses. En la prensa se recogían todas sus gestas y en una reseña curiosa describían su alimentación “equilibrada”: “El corredor victorioso se levanta a las siete de la mañana, después toma chocolate y oye misa. A las diez toma dos huevos crudos. Al mediodía come sin potaje y toma otros dos huevos, media taza de café, sin licor ni puro, pues le están prohibidos. Merienda otros dos huevos crudos y por la noche cena bien y toma sus dos huevos crudos y la media taza de café…”.

Más tarde, a mediados del siglo pasado, el korrikalari Juan Cruz Azpiroz “Txikito de Arruitz” se haría famoso por su fuerza y resistencia. Además de retar al campeón de Europa Gordon Pirie y ganar numerosas carreras, afrontó pruebas combinadas de corte de troncos con carrera. En lo que sería el comienzo del deporte “científico” Juan Cruz despertó el interés de médicos alemanes, precursores del entrenamiento “en series” que le invitaron a hacer un estudio de sus capacidades cardiovasculares con resultados sorprendentes por tan extraordinario vigor.