DE INTERÉS
Konjurotoki
Una fe ciega en el conjuro como solución, eficaz remedio contra las tormentas y el pedrisco, hacía que se pagara por el servicio de salir a conjurar a sacerdotes, sacristanes o conjugadores, pago que se hacía en especie: gallinas, quesos, nabos…
Ante la amenaza de fuerzas naturales, que escapan del control humano, el hombre ha recurrido a medios esotéricos de la mitología, bajo prácticas de manifestación religiosa. Frecuentemente se conjuraban las nubes amenazadoras para evitar que el granizo destrozara los campos. Tocaban las campanas, el sacerdote se ponía la estola, cogía el libro del exorcismo y empezaba a conjurar. En varios lugares se cuenta que el cura utilizó el recurso de quitarse un zapato y lanzarlo contra la nube o el diablo para desviar el pedrisco al monte…
Iturraskarri: Proyecto social para la recuperación de caminos y lavaderos