EL AGUA
La colada
Lo que ahora se conoce como “hacer la colada” y que se resume en meter la ropa a la lavadora, echar jabón y apretar el mando, tiene su origen en el proceso de blanqueado que se seguía en otros tiempos:
Primero se restregaba la ropa con jabón, se golpeaba para ablandar las manchas y se aclaraba. La ropa blanca se dejaba en el coladero (kuku, kuela), una pieza cilíndrica de piedra, hueca, con un pequeño desagüe lateral al fondo, se cubría con un lienzo de lino blanco y encima se ponía ceniza tamizada que se reservaba de la cocina. Se hervía el agua, se vertía encima de la ceniza y se iba colando. Las sales de esas cenizas disueltas actuaban como la lejía, blanqueando y desinfectando.
Se iba repitiendo el proceso de colado varias veces, se dejaba reposar y al día siguiente se aclaraba.
En poco tiempo ha habido muchos cambios, de escenario, de tiempo, de ocupaciones pero la simple ausencia de corriente eléctrica nos haría retomar tareas muy cotidianas para nuestras abuelas.
Iturraskarri: Proyecto social para la recuperación de caminos y lavaderos